Esas son, como mínimo, las veces que nos hemos tenido que hacer los tontos los gallegos para decir que vemos al “rey” desnudo.
Ha salido a la luz un libraco de más de 800 páginas sobre Alfonso Molina que lo primero que hace es quejarse de lo poco que se ha escrito sobre el personaje coruñés que da nombre a la principal arteria de la ciudad y lo hace para, después, redundar en el mismo error: dejar fuera del libro precísamente lo que faltaba por escribir de Alfonso Molina para conocer a Alfonso Molina
Nos lo presenta dicharachero, mujeriego, bailonguero, para cubrir el expediente de su falsa heterosexualidad pero a la vez incorpora las preguntas que algunos,sobre todo los falangistas, se hacían en bajito (estábamos en tiempos de dictadura censora) sobre la soltería del alcalde. Cobardísimamente acusa a la calle de dar versiones distintas a la oficial sobre la muerte del alcalde en Río de Janeiro para no atreverse a poner en tinta ninguna de ellas: por ejemplo sus correrías sexuales-homo.
Se esmera en contarnos cómo el poder de Molina estribaba en Carmen Polo que bien nos podía haber dicho que era la “mariliendre” del “mariquita” Molina. No deja de hacer la oportuna reverencia a la homofobia del franquismo cuando cuenta que Franco y Alfonso Molina no se llevaban especialmente bien. Pero no nos explica que tautológicamente no podían llevarse bien porque Franco era un gay MUY ARMARIZADO y Molina era un gay ARMARIZADO PERO MENOS, suficientemente desarmarizado como para que la prensa del momento se atreviese a lanzar puyas sibilinas por lo mucho que le gustaban las flores… ¿Cómo iba Franco a tener buen entente oficial con un maricón al que los falangistas despellejarían día sí día también en sus contubernios noctámbulos al calor del alcohol?
En las 800 páginas del libro, aburridísimas, que poco más son que un estadillo de cuentas del ayuntamiento, repetitivas hasta la extenuación, tiene la prevención de BORRAR la “carta de navegación” de los viajes de Molina por Río de Janeiro porque no interesaba contar los “puertos” en que recalaba el alcalde franquista.
Eso sí, ¡qué oportunamente! cuando la palma en Río surge, a su regreso a España el nombre de una señora madrileña que se iba a casar con Molina. Así de sopetón, para que quien quisiese hacer leña del árbol caído fuese acallado con el oportunísimo compromiso matrimonial heterosexual.
¿No les suena todo esto a conocido?..¿No se acuerdan cómo Manuel Fraga dio orden de que había que casar a Mariano Rajoy para que pudiese subir los más altos escalones de la política en España? Y Mariano fue casado, y los medios de comunicación, obedientes, miraron para otro lado sin hacerse la más mínima pregunta, como con Juan Carlos 1.
¿No recuerdan a nuestro ínclito presidente, Núñez Feijóo, proclamando que el estaba CASADO CON GALICIA hasta que finalmente transigió con el paripé heterosexual colgándose primero una novia que tenía APARCADA, convenientemente, en Madrid (como la de Molina) y que usó para acallar habladurías mientras consolidaba su poder político? ¿Y no les parece raro el ostracismo que se cierne sobre la pareja presidencial, Alberto y Eva Cárdenas, y su vida privada, salvo que estemos en período electoral que es entonces cuando se hacían los anuncios de que nacería un hijo de la unión hacia el 12 de septiembre de 2016 con una elecciones convocadas para el 25 de septiembre de 2016?.Pues sí, TRES VECES TONTOS..Les dejo con fragmentos de las páginas con los que el autor del libro “abre la boca” para, finalmente no decir ni pío.























